Plaza Irlanda 22 Ago 2005
VOX virtual Nº 2 | Carlos Bernatek
Ya en sus libros anteriores, particularmente en "Examen de residencia" (Simurg,2000), Muslip anticipaba un peculiar manejo del lenguaje intimista: pequeñas situaciones, rituales mínimos, daban pie a una estética que profundiza su despliegue en "Plaza Irlanda", la nouvelle que da título al libro y los tres cuentos posteriores que habitan este universo común.
La muerte accidental es el disparador de "Plaza Irlanda": el sobreviviente extiende, desde ese acto impensado, un monólogo reflexivo que acompaña su adecuación al mundo sin Helena. Lo que podría derivar en patetismo o en la concesión es evitado puntual y hábilmente por el autor sin eludir el drama que yace en el hecho. La mirada hacia el pasado contrasta con el presente inmediato, con las decisiones pragmáticas que surgen de la continuidad de la vida. Ese circuito temporal va trazando itinerarios urbanos donde el drama aparece travestido por una realidad que mueve al protagonista casi por inercia. Un lenguaje sumamente cuidado y minucioso hace crecer al texto por encima de lo anecdótico, con una primera persona .contenida pero no por ello elusiva. El protagonista construye un discurso paradójicamente en la deconstrucción de su vida anterior. Climas de suma intensidad que nunca se desbordan son manejados por Muslip con extremada destreza y artesanía.
En otro registro donde lo argumental resulta casi accesorio, los cuentos "Los pájaros" y "El dibujo en el agua" conservan sólo el tono de la nouvelle, no su vigor, aunque sus personajes subrayan cierto criterio unificador: la condición de seres arrojadosra un mundo en tránsito, a una geografa lábil. Como un respiro insular estos cuentos desembocan en "La vida perdurable", el último texto del libro, que expande el registro con pericia y una energía recobrada.
Muslip consolida en "Plaza Irlanda", un personal modo de narrar que ha alcanzado madurez y sobriedad.