"No se ganan chicas con la trompeta. Es un instrumento muy poco sensual, muy extraño. Te lleva a desarrollar muchísimo una mano, hacerla veloz. Y la otra nada, es un paquete. Yo creo que en el cerebro debe pasar algo parecido. Algo no muy normal", dice Gillespi. Es un instrumento de mierda. "Un instrumento de mierda, sí. Tiene una serie de características que lo vuelven medio maldito".

Gillespi es un trompetista del montón. Lo dice él. Pero si la fama, o la fama relativa, sirve para algo es para lograr la difusión de lo que a uno le gusta hacer. Acaba de lanzar Blow! (Cuenco deplata), un libro que se corre del pedido de la editorial y, con prólogo de Enrique Symns, resulta la combinación de algunas anécdotas personales -Sumo, los comienzos en la música- y entrevistas a trompetistas surtidos. Y si se sospecha un libro-manual, en realidad es la búsqueda de Gillespi por entender la trompeta. Desde Falso impostor (Rock & Pop), pero sobre todo desde sus columnas en Almacén Gillespi, su blog, ensaya comportamientos cotidianos en tono humorístico. "A mí me pedían un libro a lo Pettinato, que hable de 'los argentinos', chistes, esas cosas". Y no. Blow!, sin caer en lo masturbatorio-musical, no se corre mucho de la trompeta. "El libro -dice- es para todo el mundo, lo que pasa es que a todo el mundo le interesa Zulma Lobato".

¿Seguro? ¿No es un libro para trompetistas?

Es un libro donde yo bajé las cosas bastante a la tierra. Pero bueno, es que tiene que haber un libro de trompeta. Y lo escribí yo. Otros escribirán un libro de la SIDE que le interesa a todo el mundo. Honestamente traté de hacer algo de lo que me sentía capacitado y tenía ganas. Y visión comercial... cero.

Gillespi entrevistó a Allen Vizzutti, Enrico Rava, Fats Fernández, Gustavo Bergalli y a otros. "He rescatado la parte autodidacta de estos músicos, no he entrevistado a máquinas de laboratorio Berklee". Mientras los trompetistas desfilan tratando de explicar el funcionamiento de un instrumento que tiene mucho de plomería, Gillespi alterna con el relato de su primera prueba para entrar a Sumo donde toca con Pettinato sobre un disco de James Brown mientras el perro de Pettinato ladra desde un balcón "lleno de soretes".

En tanto planea lanzar la biografía de Narciso Ibáñez Menta con la que viene trabajando desde hace años y trabaja en un nuevo disco de rock instrumental.

Entonces, ¿no sos un trompetista importante?

No, como trompetista no me siento importante. Quizá sea famoso. Viajé por todo el país y en los lugares más insólitos por ahí soy el único trompetista que vieron. Me va bien, pero no creo que escriba una página de gloria en el libro de la trompeta. Eso sí, soy honesto.