Una puta mierda 12 Ago 2007

Sátira bélica

Revista Ñ | Redacción

Una guerra reconocible recorre en cámara rápida esta segunda novela de Patricio Pron.

 

Relato cómico-bélico, Una puta mierda es la nueva apuesta de Patricio Pron (Rosario, 1975), autor de una carrolliana primera novela, Nadadores muertos (2001). Un grupo amorfo de soldados, luego de “un par de horas de caminata regular” llega a unas islas para recuperarlas. Son “las Maldivas” (que existen, pero en el Océano Índico). ¿Quién pelea y contra quién? Nadie sabe nada: “Una guerra consiste en que mucha gente muere alcanzada por balas que ellos no saben de dónde salen, gritando y cagándose en los pantalones porque la guerra es por fuerza algo sucio y que da miedo, por lo que, si esta es la quintaesencia de la guerra, se puede decir que nosotros la estamos haciendo mejor que nunca”.

Una puta mierda está escrita en cámara rápida: saltamos, casi en el mismo renglón y a un ritmo extenuante, del bombardeo enemigo al hospital de campaña y de ahí a la mateada de camaradería. El relato lo lleva un bombardeado convaleciente, cuya lucidez está puesta en duda. Los oficiales y soldados o son canallas imbéciles que están locos, o simplemente se avienen a las condiciones de la guerra (quizás ambas cosas). Sus tácticas son demenciales, congruentes sólo en su locura bruta. A cada orden le sigue su contraorden, y todos se contradicen intercambiando información de primera mano sobre el combate.

Bordeando el patinoso terreno de la sátirapolítica, Pron enrarece su relato sin cerrarlo en un testimonio de la absurdidad de la guerra de Malvinas (a pesar de la un poco engañosa contratapa, que hace alusión a aquella). Ya en el tramo final, aparecen unos personajes laterales, los “argentinos”; Pron disloca, hábilmente y de modo torcido, el telón de fondo de la novela. Esto le permite distanciar a sus soldados (que hablan de “tú” y “vosotros”) y correrse del “cómo somos los argentinos”, para ahondar en una veta más indeterminada, con la potencia necesaria para llegar a otros contextos de lectura. 

Es probable que esta novela termine sumándose al canoncito de las ficciones sobre Malvinas. Algo tal vez inevitable, pero que no debiera momificar su lectura. Y a propósito del tema, ¿dónde está la poesía que se meta con esa guerra?