El atentado de Sarajevo 12 Nov 2018

La primera constelación potencial

Revista Metacultura | Martín Chiavarino

 

Georges Perec siempre fue -y tal vez lo sigue siendo- un secreto a voces, un escritor que cuesta encontrar y descubrir, pero que es difícil olvidar una vez conocido. Su estilo experimental y su prosa sencilla pero insondable marcaron toda su prolífica obra, destacándose las novelas La Vida Instrucciones de Uso (La Vie Mode d’Emploi, 1978), W o el Recuerdo de la Infancia (W ou le Souvenir d’Enfance, 1975) y Las Cosas: Una Historia de los Años Sesenta (Les Choses: Une Histoire des Années Soixante, 1965) como algunos de sus trabajos más logrados y aclamados. Su adhesión al grupo experimental OuLiPo, acrónimo de Ouvroir de Littérature Potentielle, o Taller de Literatura Potencial, fundada por el escritor francés Raymond Queneau, definió la estructura de su búsqueda literaria y los procedimientos a partir de los cuales pudo combinar el relato realista de vivencias personales con la complejidad narrativa propia de las constricciones de la filosofía de la particular comunidad de escritores y matemáticos unidos por las ansias exploratorias de procesos creativos surgidos a partir de la premisa de la restricción como paradigma.

El Atentado de Sarajevo (L’Attentat de Sarajevo, 2016) es, paradójicamente, la primera y la última novela de Perec, producto de su breve estadía en Yugoslavia durante el transcurso del año 1957. La primera porque es el debut como escritor del autor de El Gabinete de un Aficionado (Un Cabinet d’Amateur, 1979), y la última, porque es una novela publicada en 2016 en francés a partir del descubrimiento de la obra mecanografiada que Perec había perdido. Completamente diferente de toda su obra posterior, la novela define algunos rasgos que se impondrán en la literatura de Perec como el realismo intempestivo, la obsesión detallista, el romance urgente y la precisa construcción de la identidad de los personajes.

La novela narra en primera persona la relación de un trío amoroso yugoslavo en París, Belgrado y Sarajevo desde la perspectiva de un hombre fascinado con una mujer a la que idealiza. A la vez Perec narra en forma de declaración el Atentado de Sarajevo y el proceso judicial posterior contra los conjurados, episodio histórico del asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria y su esposa Sofia Chotek por parte de Gavrilo Princip, un militante radical de una agrupación que luchaba por la independencia de Bosnia Herzegovina. El atentado real se va materializando en la mente del protagonista a la vez que los acontecimientos de su relación no siguen el curso de sus devaneos trasnochados, aunque las historias nunca terminan de fundirse en este primer relato de Perec.

El protagonista de la novela comienza una amistad casual con un compatriota, Branko, en París en una tertulia universitaria. La amistad deviene en encono debido a la atracción del protagonista hacia la amante de su amigo, Mila, de la que se obsesiona sin siquiera conocerla. La imagen mental a partir de una fotografía se rompe al conocer a la mujer real pero la realidad da lugar a otra idealización, aún más fantástica que la primera, que lo lleva a viajar a Belgrano para estar con ella cuando se separa de Branko, que a su vez retorna a su hogar en Sarajevo con su esposa, Anna. Mila considera al protagonista un querido amigo con el que puede compartir confidencias y experiencias pero éste busca una relación romántica que no parece ser correspondida. Al no encontrar el momento de confesarle sus sentimientos, el protagonista se enfurruña en su interior, proyectando situaciones imaginarias, posibilidades y delirios sobre una relación imposible que se dirige hacia la tragedia inexorablemente.

El relato es narrado así en clave de tragedia personal y de aprendizaje amoroso en una reflexión retrospectiva que aleja al protagonista de los que lo rodean y lo sume en una vertiginosa imaginación distorsionada. La soledad cobra aquí un sentido introspectivo, que se desarrolla en lugares públicos. El protagonista está más solo cuando está rodeado de amigos o con la mujer que desea porque se siente ajeno a todo. La sensación de extrañamiento lo lleva a encerrarse tanto en la bebida y el anonimato de los bares, los cafés y las calles como en sus pensamientos, que de a poco van reemplazando a la realidad, sustituyéndola.

La novela fue editada por El Cuenco de Plata en su Colección Extraterritorial con una excelente traducción de Marcelo Zabaloy, célebre por su traducción de Ulises y Finnegans Wake, de James Joyce, para la misma editorial, y un prefacio del crítico literario francés y experto en literatura gala Claude Burgelin, donde narra la tempestuosa historia y el derrotero de la primera novela de Georges Perec, hasta hace poco inédita y ahora encontrada y editada como un importante eslabón más del laberinto literario de este gran escritor de culto.