¿Cómo hace un libro para hablar de lo que quiere? ¿De lo que quiere quién? El narrador –que está escribiendo la hazaña del club de sus amores Estudiantes de la Plata– vive una realidad repartida entre perplejidades y certezas, como si saber y no saber insinuaran la misma pertenencia al registro de la ficción. Una escala de la protagonista en Sarajevo antes de continuar viaje a Londres, el presente de una gesta futbolera de dos décadas atrás y los avatares ciegos que produce la fuga de una serpiente se reúnen en el interior de un dialecto personal que achica las distancias mientras cuenta. Esa voz entrañable hace del encuentro con aquello que quiere su necesidad, su inconfundible novela de amor. De afuera hacia adentro de la literatura (y viceversa), La yugoslava atesora un ida y vuelta de sensibilidades al día, y propone un pasaje afectivo y perpetuo como el de cualquier momento feliz.