Un destino melodramático 10 Abr 2004

Los tesoros ocultos de los archivos Puig

Página 12 | Ángel Berlanga

Graciela Goldchluk, especialista en la obra de Manuel Puig y encargada de la digitalización de sus manuscritos, habla de Un destino melodramático, un libro que reúne argumentos cinematográficos inéditos y bocetos de algunas de sus novelas más famosas. Contiene, por ejemplo, Pájaros en la cabeza, el proyecto de guión que finalmente se convirtió en La traición de Rita Hayworth.

 

Cada tanto, Graciela Goldchluk consigue que coincidan un par de circunstancias: cierto orden entre algunos de los 20.000 manuscritos del archivo que organiza con los papeles que dejó Manuel Puig al morir, por un lado, y una editorial que publique, por otro. Cuando eso ocurre se pone bastante contenta, porque ya lleva una década trabajando sobre, ante, desde (y varias preposiciones más) Puig y, aunque parezca mentira, resulta más sencilla la tarea artesanal del estudio, contextualización y rescate de los textos, muchos de ellos inéditos, que desembocar en la segunda de las circunstancias. “Tuvimos que armar nuestra propia editorial”, dice Goldchluk en relación a El Cuenco de Plata, el flamante sello que publica esta semana Un destino melodramático, un libro que reúne una serie de síntesis argumentales de películas ideadas por el escritor.

“Estoy orgullosa de este libro: es el de las perlitas de Manuel Puig, el producto de escarbar entre tantos manuscritos”, dice Goldchluk. Licenciada en letras, profesora de literatura en la Universidad de La Plata, Goldchluk obtuvo una beca del Conicet para trabajar primero en el estudio y luego en la edición digital comentada de los documentos que dejó Puig. Un destino melodramático contiene, por ejemplo, Pájaros en la cabeza, el proyecto de guión cinematográfico que finalmente se convirtió en La traición de Rita Hayworth. “Estaba planeando una escena del guión en que la voz de una tía mía, en off, introducía la acción en el lavadero de una casa de pueblo. Esa voz tenía que abarcar no más de tres líneas de guión, pero siguió sin parar unas treinta páginas”, explicaba Puig. El criterio de edición de este monólogo se basó en el del escritor: se preservaron los nombres de los familiares de Puig que sirvieron de base a los personajes de la novela y se reemplazaron por los que aparecen en La traición... 

“Excepto el primero de los textos, el que da título al libro, un diálogo entre una maestra y una alumna que le pregunta qué es el melodrama (iba a ser enviado, imagino, a la revista Corus, que le estaba publicando a Puig artículos sobre cine), estos argumentos no parecen escritos con intención de ser publicados”, explica Goldchluk. Otra pieza que compone Un destino melodramático es un proyecto para filmar una hipótesis acerca de la misteriosa muerte de la cantante lírica Claudia Muzio, sospechada de cercanía al régimen de Mussolini. Y otro relato de película es uno que Molina (el protagonista de El beso de la mujer araña) iba a contar en una versión musical de la novela, un resumen inventado para el personaje. Serena, El lugar sin límites, Opium Tale y Escrito en las estrellas son algunos de los títulos que nutren al volumen.

Goldchluk señala el valor de estos textos en sintonía con la importancia que tuvo el cine para la vida y la obra del escritor, que llegó a reunir una colección de cuatro mil trescientos videos. “Esto no quiere decir que no leyera, como dice uno de los mitos sobre él”, aclara. “Graciela Speranza dice que cambia la biblioteca por la videoteca; es cierto, pero no en cuanto a verlos, sino en cuanto a la propiedad. Puig alquila libros y compra videos, al contrario que la mayoría de los intelectuales, que alquilan videos y compran libros. El va mucho a las bibliotecas, lee de ahí. Claro que no es un lector clásico, académico. Ni lo quiere ser.” 

Más aún: Puig se preocupó para que las referencias a la “cultura con mayúsculas” desaparecieran de sus obras. El trabajo sobre los originales le permitió a Goldchluk observar cómo, por ejemplo, los títulos de novelas y óperas alemanas que aparecían en los manuscritos de Pubis angelical desaparecían prolijamente de la versión que el escritor terminó publicando. Suele hablarse de la obsesión de Puig por el pulido de los textos, pero eso se ve, se comprueba, en las siete versiones de un capítulo de La traición..., o en las doce de uno de Boquitas pintadas. Por eso Goldchluk subraya que las publicaciones, en las que desemboca por entusiasmo, son en realidad consecuencia secundaria del trabajo sobre “uno de los más completos archivos de autor que se conservan en la Argentina”. 

Poco antes de morir en Cuernavaca, México, 1990, Puig había empezado a acomodar sus papeles. Luego Carlos, su hermano, los trajo al departamento de Palermo en el que vive con su madre, Male. “La familia no sabía qué hacer con eso; cuando los herederos, en general, se meten a especialistas en la obra de los escritores...”, cuenta Goldchluk, que frunce la nariz en señal de algo que no huele bien, aclara que prefiere no dar nombres y destaca el criterio elegido por los Puig, que consultaron al profesor de la Universidad de La Plata, José Amícola, que se ofreció, junto a un grupo de investigadoras, a ordenar el material. En ese grupo estaba Goldchluk. Diez años atrás empezó a ir al departamento donde Manuel Puig había escrito Boquitas pintadas (1969) y The Buenos Aires Affair (1973). 

Anotaciones hechas en servilletas de restaurantes, apuntes tomados en las clases a las que asistió en Cinecittà, pequeños papeles que se preguntan algo sobre un personaje, o que le hacen decir alguna frase, redacciones en inglés de cuando tenía diez años, sus primeros guiones, proyectos, múltiples versiones de capítulos de sus obras, organigramas: un universo compuesto por 20.000 papeles que Puig se preocupó por conservar, sostiene Goldchluk, porque se trata de materiales que mantuvo siempre cerca suyo, más allá de sus traslados a México, Nueva York o Río de Janeiro. De allí salieron, entre otras cosas, obras de teatro desconocidas (reunidas en Triste golondrina macho), los textos de Un destino melodramático, el libro de cartas Querida familia (aún inédito), un volumen con entrevistas a Puig, también inédito, elaborado por Julia Romero (otra de las investigadoras) y Un espía en mi corazón, un musical que el escritor hizo para Renata Schussheim (ver aparte). El Cuenco de Plata también prevé editar Los siete pecados capitales y otros guiones, que incluye un trabajo escrito especialmente para Sonia Braga y una versión original inédita de Pubis angelical. “El publicó ocho novelas y cuatro obras de teatro, pero del archivo surgen entre 70 y 72 proyectos de escritura”, dice Goldchluk.

Junto a Mara Puig, sobrina del escritor, Goldchluk trabaja en la digitalización del archivo; ya pasaron a imágenes 15.000 documentos y catalogaron 5000. El esquema implica esos 70-72 proyectos-carpeta, con subcarpetas que organizarán cada documento con fichas individuales, e incluyen las distintas versiones escritas por Puig. La familia del escritor prevé donar una copia del trabajo en CD-Rom a la Biblioteca de General Villegas y vender otras, para estudio, a distintas universidades. “Mi compromiso –dice Goldchluk– es dejar esto ordenado para que luego alguien siga estudiando. Mi intención es formar gente en la Universidad de La Plata para que siga haciendo ediciones críticas, y dejar un catálogo en el que quede claro qué hay en cada carpeta, más un comentario general de cada obra. La idea es que en Salta o en Londres cualquiera pase a una sala especial de consulta y pueda ver en una computadora cómo se escribió, por ejemplo, El beso de la mujer araña.”

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