La piel dura 02 Ene 2012

Viajes venenosos hacia un universo raro

Blog Eterna Cadencia | Redacción

 

Durante los últimos días, entre listas de “libros del año”, recomendaciones de lectura para el verano y anticipos de publicaciones de 2012, escuchamos sonar nombres y nombres. Uno que aparecía con frecuencia era el de Fernanda García Lao. En noviembre fue invitada a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara en carácter de uno de los 25 “secretos literarios de América latina” (junto con Hernán Ronsino y Fabián Casas). Publicó las novelas Muerta de hambre (2005, Primer premio del Fondo Nacional de las Artes)La piel dura (2010)La perfecta otra cosa (2007, Tercer premio Cortázar) y Vagabundas (2011, Mención en Letrasur 2010) y dictó talleres de narrativa. Consultamos a escritoras y periodistas sobre su experiencia de lectura con esta autora (actriz y compositora) mendocina que va develando el secreto con una obra potente.

“Fernanda García Lao es la escritora más terrible y maravillosa que leí en mucho tiempo –asegura Josefina Licitra–. La autora de Los otros dice que su trayectoria literaria es larga, pero recién la descubrió en 2011 “y desde entonces sólo quiero evangelizar al mundo con sus libros. Muerta de hambre , La piel duraLa perfecta otra cosa y Vagabundas –los leería en ese orden– son, sin excepción, viajes venenosos y exquisitos hacia un universo tan raro –y a veces tan impresentable– que podría ser el nuestro”. 

Eugenia Zicavo conoció a García Lao por el mismo sistema de recomendación casi evangélico. Comenzó con Muerta de hambre: “me llegó hace varios años por medio de una amiga sueca que en ese entonces estaba viviendo en Buenos Aires. Se la había recomendado un librero de la calle Florida y ella miró la tapa, leyó la contratapa y confió. Estaba como poseída. No paraba de hablar de la novela, esa historia de una niña gorda cuyo único objetivo es explotar”. El contagio fue inmediato, razón por la cual en una edición de la Noche de las librerías se acercó a conocer a la autora, y confirmó en persona la impresión que tenía por sus libros: “me pareció tan distinta, tan original, tan alocada, tan bella. Desde entonces —dice Zicavo— leo todo lo que publica. A Muerta de hambre le siguieron La perfecta otra cosa y La piel dura, novelas delirantes, siempre impiadosas, cuyas oraciones resistirían ser twiteadas una por una, como haikus macabros o ironías condensadas. Me falta leer Vagabundas, su último libro, y saber que está ahí, entre los primeros en la pila de lecturas para el verano, me genera una sonrisa cómplice: la de poder volver al mundo García Lao, ese que hace del lenguaje un terreno para el humor negro, para la conmoción, para la autocrítica, todo esto, además, con poesía. Y claro, con mucho talento”.

¿Cuáles son las razones que hacen a las particularidades de esta autora y su universo? Sin duda el humor negro atrapa a muchos lectores, pero su mérito va más allá. Según Esther Cross: “hablar de Fernanda García Lao es hablar de humor, de ironía, de una inteligencia narrativa infrecuente, de la lucidez de lo breve. Pero decir sólo eso sería mostrar su radiografía en vez de su foto  porque su concisión tiene la huella de la poesía, por ejemplo, y su ironía es una forma de ver la vida –o una forma de vida, quién sabe–. A veces, al leerla, creo que su versión de la vida inquieta justamente porque pone en primer plano los aspectos más absurdos, más raros y más humanos, los que casi todo el mundo deja en el fondo. Y por último, aunque podría decir más: si sus historias son originales –en el mejor sentido de esa palabra castigada– es porque es una escritora original. Se nota que no escribe mirando para los costados, estoy segura de que no trata de quedar bien con nadie y de que también  por eso le sale tan bien lo que hace”.