Ulises 26 Dic 2021

Tercera edición del Ulises en su traducción rioplatense

El País Cultural | Montevideo | László Erdélyi

La magna novela de James Joyce, el Ulises, tiene una nueva edición de la traducción realizada por Marcelo Zabaloy. Con 2.400 cambios respecto a la anterior.

 

Pues bien, sucedió. La traducción al castellano rioplatense del Ulises de James Joyce llevada a cabo por Marcelo Zabaloy, tiene ya en librerías una tercera edición revisada con 2.400 modificaciones respecto a la anterior. No debería asombrar que los lectores de habla hispana agoten ediciones del Ulises; tampoco que Zabaloy, con la asistencia de Eugenio Conchez, siga perfeccionándola con tanto esmero. Y menos la preferencia por esta traducción, teniendo en cuenta que desde el 2015, cuando la primera edición de Zabaloy, le salió una competencia, la traducción del Ulises del argentino Rolando Costa Picazo (Edhasa).

Zabaloy optó por un castellano rioplatense, que no es el de Buenos Aires, sino, como ha declarado en El País Cultural, es el de Uruguay y de cierto interior argentino. Fue una apuesta linguística que buscó competir con las traducciones ibéricas de la novela (la de Valverde, por ejemplo), pensando en los lectores de la región. Pero hay un punto más a destacar: el cuidado de Zabaloy para mantener la sonoridad poética del texto. Sí, es miel para el oído lector, envuelve y atrapa.

El Ulises es, para muchos, la novela más grande jamás escrita, una ficción vanguardista que no sólo revolucionó las letras del siglo XX, sino que perdura hasta hoy. Las múltiples traducciones han ampliado el espectro de fans.

Lo que contrasta con las dificultades que tuvo Joyce para publicarla. Tras sucesivos rechazos la primera edición fue francesa, de la mano de Sylvia Beach en Shakespeare & Co. de París, el 2 de febrero de 1922, y tuvo una tirada de 1.000 ejemplares. De la siguiente reimpresión se enviaron a Estados Unidos 500 ejemplares para suscriptores, pero fueron confiscados por la aduana y quemados. Era demasiado obscena para el alma puritana. El intento de reponer esos 500 ejemplares no tuvo mejor suerte: también fue confiscado. Y así continuó, tan revulsiva, genial y provocadora, que muchos aún hoy la tratan de impúdica y repugnante, aunque sólo retrate el devenir durante un 16 de julio de 1904 por Dublín de tres seres comunes, el viejo Leopold Bloom, el joven Stephen Dedalus, y la esposa de Bloom, Molly, la infiel Molly que tenía un amante y todos sabían, y que en la última línea del libro, finalizando su famoso monólogo, le da una chance al pobre Bloom diciéndole que “sí, y lo atraje hacia mí para que pudiera sentir mis pechos, todo perfume sí y su corazón golpeaba como loco y sí dije sí quiero Sí”.