19 Dic 2006

Los ‘otros’ editores

La vanguardia | Jorge Carrión

Edición independiente argentina Una guía mínima de las estrategias más sobresalientes, a caballo entre lo marginal y los consagrados

 

1. Eloísa Cartonera (www.eloisacartonera.com.ar): La última crisis argentina fue un catalizador para la creatividad y la cultura. Lo demuestra, por ejemplo,que en plena crisis naciera el proyecto Eloísa Cartonera. Se trata de publicar libros encuadernados y diseñadospor cartoneros (gente que se ocupa de recoger papel de los contenedores de basura), que al ser reclutados por la editorial dejan de estar en la calle. Se ha creado así un espacio de diálogo entre intelectuales y movimientos sociales, que haconducido a un catálogo de narrativa latinoamericanaborder que cuenta con títulos de jóvenes como Washington Cucurto y Fernanda Laguna, y de consagrados como Piglia, Aira, Fogwill, Carrera o Lamborghini. Los libros tienen portada de cartón cortada y pintada amano; interior de fotocopia. Se venden sobre todo en Belleza y felicidad, capital porteña de una estética entre la cumbia, el kitsch y lo alternativo.

2. Adriana Hidalgo Editora (www.adrianahidalgo.com): Adriana Hidalgo defineasí su editorial: “La nuestra es una pequeña editorial independiente y un aempresa cultural. Pensamos que se puede considerar independiente aquella que edita lo que considera relevante en términos literarios, estéticos y de circulaciónde ideas y teorías”. Adriana Hidalgo Editora apostó desde el principiopor la presencia en nuestro país. ¿Fue un antídoto contra la crisis?: “Resulta difícil hablar de estrategias de recuperación de la crisis ya que, para países como e lnuestro, es este un estado, si no habitual, por lo menos recurrente”. El mejor antídoto es la calidad: comenzaron publicando a Auden. Siguieron con la mayoría de los libros de Di Benedetto.

3. Beatriz Viterbo Editora (www.beatrizviterbo.com.ar): Contra la centralizaciónde las editoriales multinacionales,todas con sede en Buenos Aires, Adriana Hidalgo trabaja desde Córdoba,y Beatriz Viterbo desde Rosario.Con quince años de singladura, el tándem formado por las profesoras Adriana Astuttiy Sandra Contreras cuenta con César Aira como autor estrella. Además denarrativa y poesía, apuestan por las obras completas (ahora están en marchalas de Norah Lange) y por el ensayo, también académico (basado a veces entesis doctorales).

4. Interzona (www.interzonaeditora.com): Posiblemente se trate de la editorial independiente argentina que másclaramente ha apostado por una estéticaestéticade la juventud y de la transgresión. Ha sacado al mercado dos libros de Cucurto,que pasa por ser uno de los enfants terribles de la literatura argentina actual,y Kerés coger: guan to fak?, de Alejandro López, una novela construida sobreconversaciones de chat, un collage que le toma el pulso a la sociedad argentinade nuestro siglo. Pero no descuida Interzona el lanzamiento de obras demayor calado, como las de Pizarnik, Arturo Correa o Fogwill. El abanico de las editoriales pequeñas es amplio: estética juvenil, cultura cartonera, ensayo académico...

5. Libros del Zorzal (www.delzorzal.com.ar): Los veinteañeros hermanos Kuleszhan quedado finalistas del YoungPublisher of the Year 2006 del BritishCouncil. Su sello, Libros del Zorzal, lleva en seis años publicados más de cien títulos, sobre todo de ensayo internacional.Empezó su actividad con el libro Leyend oa Euclides, del gran matemático italiano Beppo Levi. La experiencia fue exitosa (agotó tres ediciones), y fue asíque Libros del Zorzal comenzó a incorporara su catálogo autores de todo elmundo. Entre sus joyas se cuentan Deber de memoria, de Primo Levi, en traducciónde Octavio Kulesz; y Ellis Island,de Georges Perec, traducido porsu hermano Leopoldo.

6. El Cuenco de Plata (www.elcuencodeplata.com.ar): ¿Cuál es el hilo de Ariadna del laberinto de la edición independiente argentina? Si lo hay, quizá sea Edgardo Russo, responsable de la flamante El Cuenco de Plata, porque en su dilatada experiencia profesional se encuentran también Adriana Hidalgo e Interzona. De hecho, para él “El Cuenco de Plata es una prolongación del proyecto en que trabajé en esas dos editoriales”.Consciente de que la escritura de literatura y la industria de la edición no son caminos convergentes, Edgardo Russo apuesta por la calidad, por una empresa en forma de cooperativa con extensiones en España y en México. Asimismose muestra crítico con otras iniciativasde la edición independiente argentina, cuando se pregunta acerca dela producción: “¿Producir, qué? ¿Cultura cartonera for export? Eso no es más que una variante empobrecida del realismo mágico”. Comosiempre ocurre enla cultura argentina, el debate es crítico o no es.