20 Sep 2023

Lector incansable. A los 84 años, falleció el psicoanalista y escritor francés Jean Allouch

La Nación | Daniel Gigena

Fue discípulo y paciente de Jacques Lacan, sobre cuya obra escribió varios ensayos fundamentales; en la editorial francesa Epel, codirigió una colección de estudios queer

 

El sábado, a los 84 años, falleció en París el psicoanalista y escritor francés Jean Allouch. Había nacido en Montpellier el 6 de abril de 1939. A partir de los años 1960, asistió a los seminarios de Jacques Lacan (se lo llamó su “alumno erizo”), que también fue su analista. Fue miembro de la École Freudienne de París desde su fundación en 1964 hasta su disolución en 1980. Dirigió durante cuatro años la revista Littoral y contribuyó a la fundación de la École Lacanienne de Psychanalyse en 1985, que dirigió de 1985 a 1989. Mantenía una relación estrecha con la Argentina, y viajaba con frecuencia a las ciudades de Buenos Aires y Córdoba.

En la editorial Epel dirigió con la psicoanalista Danielle Arnoux la colección Les Grands Classiques de l’Erotologie Moderne, donde se publicaron libros de autores como Leo Bersani, David M. Halperin, John J. Winkler, Judith Butler y Juan Gil-Albert, entre otros. “En muchos textos psicoanalíticos que se escribieron en Francia hasta la muerte de Lacan se hablaba de los homosexuales, las lesbianas y las personas trans de una forma horrible y ridícula -dijo-. Eso cambió, pero no por influencia de los psicoanalistas”. Criticó asimismo el concepto de identidad como un “discurso de poder”.

También alentó la publicación (en otra colección del sello) del segundo y último libro de Carlos Busqued, Magnetizadocon el título de Les quatre crimes de Ricardo Melogno. Entretiens, con traducción de Guy Le Gaufey.

La obra de Allouch, donde conviven referencias al psicoanálisis, la literatura clásica y contemporánea, la filosofía y la historia, se difundió con amplitud en la Argentina. En coedición de El Cuenco de Plata y Ediciones Literales se publicaron varios títulos de este pensador, en su mayoría traducidos por el escritor Silvio Mattoni (Allouch era amigo de los padres de Mattoni). Entre otros, se pueden mencionar La sombra de tu perro. Discurso psicoanalítico. Discurso lesbiano, el magistral Erótica del duelo en el tiempo de la muerte seca; Marguerite, la Aimée de Lacan (sobre el caso de una erotómana parisina muy popular), El sexo del amo. El erotismo desde Lacan y la trilogía La injerencia divina compuesta por Prisioneros del gran OtroSchreber teólogo y Una mujer sin más allá. Para los lectores de literatura, cabe destacar La lección de Artaud. Una estética del espíritu, publicado este año.

“Notable y temido polemista, eligió como blanco las asimilaciones conservadoras, ‘pastorales’, del psicoanálisis -dice el psicoanalista y escritor Jorge Baños Orellana a LA NACION-. Encabezó la primera consideración en serio, de parte de psicoanalistas, de los estudios gay-lésbicos, luego queer, animando desde el año 2000 su difusión, no únicamente citándolos en su obra, sino empujando la traducción y publicación francesa de veintisiete títulos en la editorial Epel. Desde mediados de la década de 1980 se plantó como empecinado fiscal de simplificaciones y tergiversaciones de la publicación oficial de los seminarios orales de Lacan. No ajena a esta preocupación semiótica fue su recopilación de más de trescientos dichos y ocurrencias verbales de Lacan tomados de por fuera de su enseñanza formal. También desde mediados de los años 1980, comenzó a dictar regularmente seminarios en Latinoamérica. Lector y editor incansable, supo promover la investigación, producción y traducción de revistas y libros originados de este lado del Atlántico”.

“En el tercer capítulo de Contra la eternidad. Ogawa, Mallarmé, Lacan, Allouch trata acerca de un sabio: Jacques Lacan -dice la escritora y psicoanalista Silvia Bolotin Kogan-. En cada duelo, el autor constata cómo es un duelo de sí mismo, de una segunda muerte. Aunque el impulso sea perdurar, renacer sin quedarse prisionero entre quimeras, esa lucha consigo mismo instala resistencias en el proceso analítico. Considera además que en una trama se percibe cómo un proceso de análisis trata de sostener cada batalla contra la sensación de muerte en cada escritura, en cada voz, como pasa con Woody Allen, Raymond Queneau, Georges Perec. En la narrativa se revela, de ese modo, un equilibrio entre analista y paciente, artista y creación. El vuelo empezó, el miedo de perder la capacidad creativa se difumina; aunque tan solo un instante rodea una eternidad, aunque en el origen de toda obra artística una muerte subyace”.

Charlas y conferencias de Allouch en universidades de América Latina se pueden ver y escuchar en YouTube, en un claro español.

Hizo una crítica de la concepción freudiana del duelo. “Quien está de duelo se relaciona con un muerto que se va llevándose con él un trozo de sí -escribió en Erótica del duelo en tiempos de la muerte seca-. Y quien está de duelo corre detrás, los brazos tendidos hacia delante, para tratar de atraparlos a ambos, al muerto y al trozo de sí mismo, sin ignorar en absoluto que no tiene ninguna posibilidad de lograrlo”. Estudió la dificultad del duelo para los deudos de aquellos que han muerto “enojados” por no haber podido concluir determinados proyectos.

“Ahora la muerte está ligada a la vejez, pero no fue así siempre -dijo años atrás en la Facultad de Psicología de la Universidad de la República, en Uruguay-. Es una novedad. Niños, jóvenes, viejos: somos todos iguales ante la muerte”. A esa instancia “igualitaria” ingresó Allouch este fin de semana.